El Gobierno británico ya se ha unido a aplicar el “impuesto del azúcar” a los fabricantes de bebidas refrescantes que tengan un contenido superior a 5 g de azúcar por 100ml. Quedando exentos los zumos de fruta pura y las bebidas a base de leche.
La Organización Mundial de la Salud relaciona las bebidas azucaradas con el sobrepeso y la obesidad, sin embargo, también hay que tener en cuenta que dichas bebidas tampoco son recomendables para los pacientes diabéticos.
Este impuesto será implantado dentro de dos años para dar tiempo a los fabricantes, pero figura ya entre las principales novedades del presupuesto del 2016.
La recaudación de fondos que suponga, se destinará a financiar programas y actividades de promoción de deporte en escuelas.
