Dra. Isabel Armengot, Médico. Master en Dietética y Nutrición Humana.

n noviembre 2010 la Unesco otorgó a la Dieta Mediterránea el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad. La iniciativa de presentar la candidatura surgió del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) y de la Fundación Dieta Mediterránea, y en ella han participado Marruecos, Grecia, Italia y España. La Dra. Isabel Armengot, Master en Dietética y Nutrición Humana, nos explica en esta entrevista el origen y los beneficios de la Dieta Mediterránea.

GAN: – ¿Qué entendemos por Dieta Mediterránea?
Dra. I. A.: – El nombre Dieta Mediterránea, procede de la palabra griega diaita – dieta “estilo de vida“- y mediterráneo – “mar entre tierras“ – como lugar de confluencia histórica, geográfica, cultural y antropológica de tres continentes África, Asia y Europa.

El termino Dieta Mediterránea es mucho más que una pauta de alimentación es un “estilo de vida” que combina ingredientes de la agricultura local, recetas y formas de cocinar propias de cada lugar, comidas compartidas, celebraciones y tradiciones unido a la práctica regular de actividad física diaria, a costumbres saludables como la siesta y a un clima benigno.

GAN: – ¿A partir de qué momento comienza a valorarse la Dieta Mediterránea?
Dra. I. A.: – Hay que retroceder al trabajo realizado en los años cincuenta por Ancel Keys y colaboradores en “el estudio de los siete países“ que consistió en evaluar a lo largo de 10 años los eventos cardiovasculares, enfermedades crónicas y esperanza de vida en  EEUU, Japón, Finlandia, Holanda, Grecia, Italia y la antigua Yugoslavia. El resultado del estudio afirmó que los índices más bajos de enfermedades crónicas, cardiovasculares y un alta esperanza de vida se encontraba en una zona concreta geográfica: la cuenca del Mediterráneo, exactamente en la zona de Creta – Grecia. Esta diferencia se achacó a la forma de vida y a la alimentación de estos países de la ribera mediterránea.

GAN: – ¿Qué alimentos forman parte de la Dieta Mediterránea?
Dra. I. A.: – El patrón alimentario mediterráneo tradicional está compuesto por una amplia variedad de alimentos y nutrientes cardiosaludables: es una dieta baja en ácidos grasos saturados y colesterol (bajo consumo de carnes rojas y lácteos), la mayor parte de la grasa aportada está formada por ácidos grasos monoinsaturados procedentes del aceite de oliva, hay una presencia estimable de ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega 3 procedentes del pescado y frutos secos, es baja en proteínas de origen animal, alta en carbohidratos complejos, fibra alimentaria y compuestos antioxidantes (vitaminas E y C, beta carotenos, flavonoides). Todo ello debido al consumo elevado de alimentos de origen vegetal, cereales, verduras, hortalizas, frutas, legumbres, frutos secos, especias, hierbas aromáticas y condimentos, junto a un consumo moderado de vino.

GAN: – ¿Qué beneficios tiene para la salud seguir una Dieta Mediterránea?
Dra. I. A.: – Entre los muchos beneficios demostrados para la salud de la Dieta Mediterránea destacaría que:

  • Previene la obesidad y la diabetes tipo 2, combinada con actividad física combate el sobrepeso y la obesidad.
  • Tiene propiedades cardioprotectoras, disminuye el riesgo de trombosis.
  • Tiene efecto protector en enfermedades neurodegenerativas, mejora la capacidad cognitiva en ancianos (Alzheimer y demencias ).
  • Reduce el riesgo de padecer afecciones pulmonares, siendo especialmente efectiva en la EPOC y la incidencia de algunos tipos de cáncer (mama, colón-rectal, gástrico, pulmonar).
  • Actúa a nivel de sistema inmune equilibrando los mecanismos de defensa del individuo y disminuyendo las reacciones inflamatorias, reduce el riesgo de artritis reumatoide.

En general, aumenta la longevidad y mejora la calidad de vida.

GAN: – ¿Por qué realizaste el estudio de seguimiento de Dieta Mediterránea?
Dra. I. A.: – El motivo fue que, a pesar de las bondades que tiene seguir una dieta mediterránea, en los últimos años se ha producido un alejamiento, especialmente en los países de la cuenca mediterránea. España ocupa el segundo lugar en cuanto a países que más pierden esta dieta, situándose en una posición intermedia entre Grecia e Italia. En la actualidad sólo el 45% de la población Española sigue una dieta mediterránea, cifra que desciende más en los niños y adolescentes. En contraste, EEUU, Australia y el norte de Europa están incorporándola entre sus hábitos alimenticios.

El objeto del estudio, realizado en la ciudad mediterránea de Cullera,  era mostrar las bondades de la Dieta Mediterránea para animar a la población a seguir este patrón alimentario y aumentar su adherencia.

GAN: – ¿En que consistió el estudio?
Dra. I. A.: – Utilizamos tres grupos distintos de población: Escolares de un colegio Concertado (primaria y secundaria), los Padres y Madres de los escolares y la Asociación de Amas de Casa de Cullera. El objetivo del estudio era valorar: 1/ qué seguimiento de la Dieta Mediterránea tenían a nivel general los tres grupos estudiados. 2/ la relación entre la edad y el seguimiento utilizando tres grupo de población (escolares – padres – abuelas). 3/ laun relación entre el sexo (hombres/mujeres) y el seguimiento de la Dieta Mediterránea.

Utilizamos el Test Kidmed, que consiste en un cuestionario de 16 preguntas que deben responderse de manera afirmativa o negativa (sí/no). Las respuestas afirmativas a las preguntas que representan una connotación negativa en relación con la Dieta Mediterránea (son 4) valen -1 punto, y las respuestas afirmativas en las preguntas que representan aspectos positivos en relación con la Dieta Mediterránea (son 12) valen + 1 punto.

La suma de los valores del test se clasifican en tres niveles:
Inferior a 3: dieta de muy baja calidad (adherencia baja)
Eentre 4 y 7: implica una necesidad de mejorar el patrón alimentario (adherencia media)
Superior a 8: dieta de muy buena calidad o DM optima (adherencia alta)

GAN: – ¿Cuáles fueros los resultados?
Dra. I. A.: – El resultado total de todas las encuestas recogidas era un adherencia alta a la Dieta Mediterránea del 41,66 %, una cifra un poco inferior a la media española. Por sexos, la adherencia a la Dieta Mediterránea era mayor en las mujeres 42,06% que en los hombres (40,97 % ), pero en ambos casos inferior a la media española.

Cuando analizábamos los resultados por grupos de edad, las Amas de Casa eran las que tenían una mayor adhesión (62,79%) muy superior a la media española, los padres oscilaban entre un 47.36% (padres) y 46,87% (madres). En cuanto a los escolares, la adherencia alta a la Dieta Mediterránea era del 35,98%, la menor de todos los grupos y muy inferior a la media española.

GAN: – A la vista de los resultados, ¿que podríamos recomendar a la población?
Dra. I. A.: – De  los resultados obtenidos se desprende la necesidad que tiene la población en general,  y más en concreto, los  escolares, de conocer la Dieta Mediterránea como prototipo de alimentación saludable.

Como norma general, debería incrementarse el consumo de fruta fresca hasta alcanzar las tres piezas diarias. Consumir dos raciones diarias de verduras y hortalizas (una cruda, ensalada, y otra cocida). Consumir arroz y pasta junto a frutos secos, leche y derivados, principalmente yogur y queso, así como legumbres y pescado.

Fomentar el consumo de aceite de oliva como grasa culinaria (a este respecto casi la totalidad de las encuetas recibidas afirmaban utilizar este tipo de aceite).

Asimismo deberíamos recomendar el consumo moderado de bollería industrial, dulces e insistir en la importancia de un desayuno diario y completo.